Por Larissa Vesci.
Partimos desde la quietud y solemnidad del Reino del Agua, elemento cuyas cualidades destaca el TAO TE CHING como «el que beneficia a todas las cosas sin ser contenida por ninguna, fluyendo por lugares que otros desdeñan. Donde se acerca más deprisa el Tao«. Es la feminidad en su estado más puro y que, auditivamente, se refleja en las melismas mediterráneas, tan amadas por el mundo árabe…
«Como el agua» de Camarón de la Isla es, curiosamente, una canción muy ilustrativa del reino del agua, pues una de sus caracterísiticas es la testarudez.
Entonces, arrivamos al
Reino de la Madera.
El elemento gobernante de este territorio es el viento (o aire). Su cualidad es el movimiento. La madera, que es generada por el agua, es, a su vez, controladora de la tierra y dominada por el metal. Su color es el verde y su sabor, el agrio. En situación emocional armónica la persona se manifiesta con flexibilidad y generosidad, mientras que en desequilibrio lo hace a través de la ira.
En la Medicina Tradicional China el refrán «Los ojos son el reflejo del alma» tiene gran sentido.
El órgano que asienta a la madera es el hígado, y su víscera correspondiente es la vesícula biliar. Cabe señalar que ésta tiene como entidad anímica a la decisión o la indecisión (dependiendo de su estado). Su puerta de entrada son los ojos. En la Medicina Tradicional China (MTC) el refrán popular de «Los ojos son el reflejo del alma» tiene gran sentido, ya que – de acuerdo a sus fundamentos – el hígado es la sede del alma, entendiéndose a la misma como la unicidad de la llama del Gran Espíritu Universal que poseen todos los seres pero con cualidades propias del individuo; es decir, personalizadas. Solemos darle este sentido casi instintivamente cuando, por ejemplo, nos referimos a alguien con «alma de artista», «alma gitana» o «de deportista», etc.
El reino de la madera controla a los músculos, los tendones, la visión, la circulación sanguínea y las uñas. También el crecimiento. Algunos ejemplos de cómo advertir algún desequilibrio es la hiperactividad u oscilar entre continuo movimiento excesivo y estados de apatía, descontrol en las emociones, rabietas, falta de tolerancia, indecisiones, tendencia a alzar la voz, mareos, afecciones hepáticas o relacionadas con la vesícula biliar, dolores musculares en la espalda, tensión muscular o tortícolis.
En el caso de la mujer, el elemento madera es el que goza de mayor protagonismo (tanto en sus aspectos de equilibrio como de desequilibrio) entre los 7-14 años, 42-49 y 77-84. En consecuencia, es recomendable estar alerta con todo lo relacionado física y anímicamente con este reino durante tales edades.
Tomando en cuenta la relación estrecha con el alma, una manera de armonizar este reino es la práctica de actividades inherentes a una vocación innata reconocida, la meditación o ejercicios de respiración. También el movimiento organizado, especialmente el que goza de continuidad y rapidez (por cierto, en el baile Flamenco, existe un tipo de jaleo para con la persona que interpreta la danza cuya expresión es «¡Aire!») .
En el terreno de la danza hay múltiples opciones. Una que es muy representativa y ayuda a contactar fácilmente con la esencia de «madera» o «viento» de este reino es el Saidi (folklore egipcio). Si se ejecuta con un bastón de madera, mejor aún.
Randa Kamel, bailarina egipcia, bailando saidi.
Como aprendizaje y reflexión en esta etapa de nuestro viaje a la feminidad tenemos que el hombre es el único ser vivo que goza de libre albedrío, por tanto es uno de los atributos que le otorga superioridad sobre las demás especies. La toma de decisiones es una virtud que tenemos de forma extraordinaria. Así pues, la falta de decisión o la indecisión frecuente igualmente produce consecuencias… Si decidimos algo… ¿es positivo o es negativo? No lo sabemos… Muchas veces, con el tiempo, es que obtenemos la respuesta. No obstante, el hecho de tomar o no tomar «tal o cual decisión» no es lo que causa desequilibrios en este reino sino el hecho de no decidir…
Hay dolores en el cuello que tienen que ver más con indecisiones o falta de tolerancia que con temas funcionales. Existe, asimismo, la opción de escoger qué actitud tomar ante determinada circunstancia. En un momento de rabieta es posible ir a «zapatear» y transmutar y sublimar a la misma, vestirnos de blanco y respirar conscientemente o traer a la mente algún pensamiento de conexión con la melancolía (que es uno de los sentimientos regentes del metal y elemento que controla la madera)…
El abanico de elecciones momentáneas, a veces, es más amplio de lo que creemos cuando no tenemos a nuestro alcance un terapeuta especializado en estas lides.
Índice de «Arte y Femineidad»:
Capítulo 1: Ruptura de paradigmas.
Capítulo 2: Preparando la fórmula de «mujer de éxito».
Capítulo 3: A punto de conseguir la fórmula secreta del éxito.
Capítulo 4: Arquetipos femeninos: Deméter y Perséfone.
Capítulo 5: Arquetipos femeninos: Hécate y Hera.
Capítulo 6: Arquetipos femeninos: Atenea y Artemisa.
Capítulo 7: Arquetipos femeninos: Hestia y Afrodita.
Capítulo 8: Es posible ser la mujer exitosa que queremos ser.
Capítulo 9: Los 5 Reinos Mutantes.
Capítulo 10: Los 5 reinos mutantes: Reino del Agua.
Capítulo 11: Los 5 reinos mutantes: Reino de la Madera.
Capítulo 12: Los 5 reinos mutantes: Reino del Fuego.
Capítulo 13: Los 5 reinos mutantes: Reino de la Tierra.
Capítulo 14: Los 5 reinos mutantes: Reino del Metal.
Epílogo: Entre Diosas y Reinas.
One Response to “Los 5 reinos mutantes: Reino de la Madera”
20/05/2016
WilliamGReally informative post. Thanks Again. Really Great.