Por Gemma Martí.
Hay miradas que enamoran, que matan, que consuelan, que transportan, que aterrorizan, que hipnotizan, que ganan, que pierden, que dan paz, que dan agonías… Hay miradas que bailan…
Me encuentro sentada en un teatro con solera, en mi butaca de madera tapizada de granate y que hace un ruido horroroso pero muy respetable, esperando que mis ojos vean una de las maravillas del ser humano… bailar.
De repente sale la primera bailarina, bellísima, radiante con su velo de seda tornasolado, su fantástico vestuario que nos transporta a los harenes de las mil y una noches, su melena cuidada y morena y su impecable técnica pero… hum… hay algo que falla. Su mirada.
Intento verla con simpatía y buena energía pero su mirada es triste e incluso asustada. No tiene fuerza. Toda esa belleza y esa impresionante puesta en escena se queda chiquitita ante esa mirada. Sufro por ella. Conforme pasan los segundos experimento que se va animando y sus ojos empiezan a tener algo de “chispa”. Entonces mi corazón se mueve y alegra. ¡Quiero ver más! Segundo a segundo la bailarina va conectando con los ojos ilusionados del público, y dedicando miradas cómplices y adecuadas al baile que está ofreciendo y su danza crece y crece hasta el final, un final hermoso, en el que nos dedica una pose con una mirada arrolladora. Esa mirada que al fin, me ha hecho disfrutar de su danza.
Cuando nos sentimos observados al bailar nos da por pensar en nuestra postura, en lo que estamos sintiendo, en si estaremos bien peinadas, en si nuestro baile será el correcto y, automáticamente, los ojos transmiten esa necesidad de gustar a los ojos de los demás, la mirada inevitablemente se transforma en miedo, en vergüenza, timidez… hasta que te das cuenta de que lo mejor es aceptarse y transmitir lo mejor de nosotros mismos, y mirar con valentía y alegría, con pasión y nobleza. Porque si tú sufres… el público sufre, si miras con alegría solo verás ojos alegres, si miras con picardía verás caras de asombro, si miras con altivez verás miradas desafiantes, y así, como en la vida, en el escenario pasan todas esas emociones en fracciones de segundo.
Entre el público asistente hay gente de todo tipo: la mamá que va a ver a su hija y llora de emoción, la abuela que no para de preguntar al señor de al lado cual será el siguiente número y gente que mira, que mira a su alrededor, quizás buscando encontrarse con unos ojos amigos. Esa mirada de desconcierto cuando alguien está solo y busca a alguien conocido me produce risa. Me parece una situación súper divertida. Los ojos parece que se vayan a salir de las órbitas y se ponen grandes como naranjas, y el cambio de esos ojos cuando por fin encuentran unos ojos amigos, es brutal. Porque no hay nada más bonito que te miren y te respondan con los ojos llenos de luz y una sonrisa. Sea de alguien conocido o no.
Cuando salgo del teatro me ha quedado clara una cosa: si cuando sales a bailar miras al suelo me transmitirás timidez, si tu mirada es siempre la misma, no me va a llegar tu danza, me transmitirás “cero” emoción, si tu mirada es de susto, miraré tu baile asustada!!! Si tu mirada es “altiva” pensaré que eres una persona difícil y borde, si tu mirada es fría tendré frío, si tu mirada es de vergüenza lo pasaré fatal por ti. Así es que mi conclusión es que hay que mirar, mirar con corazón, con emoción, mirar con alegría y pasión, relajar la mirada y disfrutar del poder del ser humano, del poder de nuestra mirada.
La mirada es poder. Si miramos a un bebé con amor nos dará amor, si lo miramos con dureza eso será lo que le estaremos transmitiendo y lo que aprenderá. Hay personas que tienen el poder de “desnudarte” con su mirada y no puedes aguantar mirarla más de un segundo, otras que con tan solo mirarte te transmiten una orden, otras que te dejan huella toda tu vida… o incluso que te besan con solo mirarte.
Nuestros ojos no solo perciben todo lo que nos rodea, también emiten señales de nuestro interior, y dependerá de esas señales el éxito que tengamos en las relaciones humanas.
Una mirada cómplice cuando bailamos en grupo en un escenario creo que es uno de los mayores regalos que puede recibir una persona. La mirada de aprobación y satisfacción de un maestro también es un regalo. La mirada de orgullo de unos padres es un tesoro. En definitiva, creo que vamos por el mundo buscando miradas bonitas de alma y corazón. Miradas que nos calmen y ayuden, miradas amigas. Miradas misteriosas que nos transporten a mundos soñados.
Así que ¡llenemos los corazones de las personas de bellas miradas en la vida y en el baile!
16 Responses to “Miradas que bailan. Miradas que emocionan”
03/04/2013
AhmarQue bonito! que bien escribes Gemma! Lo traduciré para mis alumnas! 🙂
03/04/2012
Jalila BellydancerTotalmente de acuerdo, bello artìculo, muy claro, lo compartiré con mis alumnas, gracias!
Jalila
21/03/2012
Maria NefertariPero niña que profundo, Gemma cariño tu mirada de da paz y confianza. un beso.
04/05/2012
Gemma MartiQue bonito Maria, cuantas miradas hemos compartido ¿verdad? tus bonitas palabras me han alegrado el corazón. Gracias.
21/12/2011
LunaLa mirada de una persona dice bastante de ella. Es importante la mirada que proyectas encima de un escenario, como tambien es importante la mirada de un maestro. Si la mirada es de aprobación y admiración el alumno se motivará 100% y sacará lo mejor de si mismo. Si la mirada es de pasotismo o horror o aburrimiento ese alumno no conseguirá sacar lo mejor de su baile y hasta puede que deje la danza por vergüenza y desmotivación. Muy importante la mirada, en todos los aspectos de la vida. Interesante artículo que nos hace reflexionar sobre ello.
22/09/2011
AnjaviTu nota es ciertamente muy acertada, va la tecnica y el dominio, la postura y la elongación. Sin embargo todo esto puede ser opacado o absolutamente realzado por la mirada…
25/08/2011
Lupe TenoNó sé si bailo bien, pero mis emociones me salen por los ojos, sonrío, sonrío mucho, es muy gratificante. Gracias por el articulo, es genial.
18/08/2011
MapiEsencial, fundamental, la actitud, la mirada, la sonrisa, expresar y transmitir… En mi opinión es más del 50 por ciento de la danza.
Felicidades por el artículo, Gemma!
16/08/2011
NanyCuanta verdad tiene este articulo, a lo largo de los años vengo diciendo a mis alumnas la importancia de conectar con el publico, de entregarse, bailar con el corazon, jugar con la mirada. Su articulo ha definido muy bien todo lo que quiero trasmitir y enseñar a mis chicas. Mil gracias.
07/05/2016
CarlieThat takes us up to the next level. Great pogtsni.
12/08/2011
RocíoMuchisimas felicidades por su revista virtual, estoy fascinada de leer cada articulo que publican… soy de El Salvador y en la compañía donde yo bailo bellydance…. una de las cosas mas importantes y primordiales son la mirada… secundario es la técnica pues con la mirada nos ganamos al publico…. a mi me llena ver miradas de aprobación cuando bailo y se que les esta gustando…. la clave es bailar con el corazón, alma, pasión y sobre todo disfrutar lo que bailamos… saludos… muchisimas felicidades 🙂
12/08/2011
ChristianeEstoy totalmente de acuerdo con tus observaciones y te felicito por tus hermosas frases, salidas del alma.
07/08/2011
CieloQué sabias son tus observaciones!!!!!!!
la mirada es tan importante !!!!!!!!!
entonces…….. pondré mas atención
y reiré más con mis ojos!!!!!
07/05/2016
AileenReír más con los ojos, qué bella imagen.
07/08/2011
CarmenBueno, pero también me tiene que gustar su técnica, claro. Tiene que ser bello lo que baila.
Besos y enhorabuena por el artículo.
07/08/2011
CarmenEste artículo es un soplo de aire fresco. Las bailarinas que me gustan son las que me transmiten por su expresión, no por su técnica. Ya lo dijo Marta Graham.