Por Carolina Domingo.
El otro día no pude evitar la tentación de entrar en una librería. No tenía intención de comprar ningún libro, pero el título “Miel y Almendras” me atrajo. Son dos ingredientes que me encantan. Cogí el libro y cuando vi el nombre de la autora (la nieta de Anita Delgado y del Maharaní de Kapurthala) decidí que me lo llevaba. Además llevaba ya mucho tiempo con ganas de leer sus dos obras autobiográficas.
Maha Akhtar es libanesa y lo que ha intentado plasmar en la novela es la convivencia entre las tradiciones y la modernidad. Enseña al lector no sólo el Beirut de las guerras y los conflictos porque, como dice ella en una entrevista: “El Líbano es un país bello con gente emprendedora y encantadora. Un país de gente que vive apasionadamente. Un lugar de mujeres libres y modernas que luchan por encontrar su identidad, y buscan la convivencia entre Oriente y Occidente, entre lo musulmán y lo cristiano”.
Lo curioso es que se desarrolla en el Líbano pero la idea de esta novela surge en el Cairo, cuando acompañó a su tía a una peluquería y se dio cuenta de que en ese espacio las mujeres hablaban sin tapujos de temas que no podrían comentar en público.
La historia se desarrolla en el Salón Cleopatra, un salón de belleza en un barrio decadente de Beirut. Mouna Al–Husseini es la propietaria, una mujer de 37 años de gran belleza, soltera, liberal, trabajadora y que se encarga de mantener a su madre y a su tía después de la muerte de su padre y hermanos durante la guerra civil libanesa. Ella intenta desmarcarse de la rígida tradición, lo que le trae graves conflictos con su madre, que continuamente le recuerda lo mal que está encaminando su vida (no está casada, se viste con minifaldas, va pintada, no se tapa al salir a la calle…).
El destino hace que aparezcan en el salón cuatro mujeres que pertenecen a la alta sociedad y que surja una amistad entre ellas y Mouna. El salón es el espacio donde ellas se cuentan sus problemas, amores, aventuras, sus deseos y sus intereses de una forma natural, ya que en público no lo pueden hacer.
Todas ellas proceden de diferentes clases sociales, religiosas y culturales pero todas tienen en común su capacidad de lucha, a pesar de la situación política del Líbano, para ser felices, por alcanzar sus sueños y por encontrar su identidad.
Maha Aktar consigue, a través de sus descripciones, hacerte participar en una fiesta de la alta sociedad, que rías con las discusiones entre Nisrine y Ghida y que saborees sus excelentes “nammuras”, que sufras con el mal genio de Claudine (la casera), que vivas las pasiones, los desengaños, desamores, las pérdidas de las personas queridas, de Imaan Sayah, Nina, Lailah, Nadine, de Mouna Al-Housseini y Amal Abdo, que pasees por las calles de Beirut, que sonrías con la encantadora tía de Mouna que, a pesar de ser una mujer con tradiciones arraigadas, defiende a su sobrina y lee el Vogue a escondidas de su cuñada.
Realmente el título de la novela “Miel y Almendras” es muy apropiado, porque la vida es dulce como la miel aunque a veces nos toque vivir momentos agridulces, como cuando nos comemos una almendra amarga.
- El libro de mi destino, de Parinoush Saniee - 15/01/2015
- Las huellas en el desierto, de Maha Akhtar - 22/09/2014
- La prisionera de Roma, de José Luis Corral - 28/08/2014
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