Por Camelia Luque y Mohammed Rayhan.
El mundo está en ebullición. Las dictaduras militares están cayendo y las económicas empiezan a tambalearse. Los artistas han sido, a lo largo de la historia, la avanzadilla que ha movido el mundo promoviendo los cambios sociales pero… ¿qué está pasando con los artistas de Egipto?
LOS CANTANTES Y LA REVOLUCIÓN EGIPCIA.
Hasta ahora, para poder triunfar en el país de los faraones era necesario mostrar afinidad hacia el régimen de Mubarak y defenderlo. En los medios, controlados por el gobierno, no había lugar para artistas con ideas políticas distintas a las que imponía el régimen. Entre otras cosas porque el sindicato de cantantes era parte del aparato político de Mubarak y no se podía hacer música sin la aprobación del sindicato. Los artistas tenían éxito por dos motivos: porque aparecían en los medios y porque el público los quería.
Con la revolución y la caída de Hosni Mubarak el pueblo ha perdido el miedo a hablar. Y una de las maneras más poéticas de hablar es, sin duda, cantar. Están surgiendo nuevas formas de hacer música, nuevas voces y nuevos mensajes que dejan muy atrás a los cantantes romanticones y pastelosos que estaban de moda hace unos meses y que hoy son menospreciados por el pueblo por haber sido adalides del viejo y represor régimen político. Una nueva etapa musical y cultural ha comenzado en Egipto.
Tamer Hosni era una de las grandes estrellas de la música egipcia actual hasta que estalló la revolución. El público lo ha abandonado por ser militante del partido de Mubarak y por sus apariciones en la televisión pública egipcia apoyando a Mubarak en los primeros días de la revuelta. Dos días antes de la huída del presidente el cantante, en una maniobra por tratar de ganarse de nuevo al público, se acercó a la plaza de Tahrir y fue abucheado por el pueblo a pesar de sus lágrimas.
El rey del pop árabe, Amr Diab, que es, además, amigo de los hijos de Mubarak, también cayó de lo más alto a lo más bajo. Durante la revolución guardó silencio, pero hizo unas declaraciones tras la caída del gobernante en las que afirmaba que iba a sacar a la luz una canción que años atrás el sindicato de cantantes le había censurado. La canción se titulaba «Been AlHader Weil Maddy» (Entre el pasado y el presente). Pero se descubrió que ni la canción existía ni había sido presentada al sindicato para su aprobación. Los fans lo tomaron como un sucio intento de reconciliación con el público en lugar de mostrar su amor a la patria en un momento tan crítico.
Un documento de los muchos que circulan por las redes sociales llama a boicotear a los artistas, deportistas y personalidades «hijos de la dictadura» de Mubarak. “Es el amor de la gente lo que los hizo famosos, no el régimen.”
Sin embargo, los cantantes que apoyaron la revolución egipcia son los que se están haciendo hueco en el panorama musical egipcio y en los corazones de la gente. Voces como las de Amir Eid, autor de “Sout al Horeya» (La voz de la Libertad, la canción que se ha convertido en un himno de la revolución egipcia) suenan en cada rincón, plaza y casa del país.
Ramy Essam es un joven estudiante que compuso la canción “Erhal” (Vete) en la que reproduce las demandas del pueblo egipcio en la plaza de Tahrir o plaza de la Liberación. Hoy se ha convertido en uno de los cantantes de la revolución y es conocido más allá de las fronteras de Egipto.
En las letras de este sinfín de canciones de la revolución se pueden escuchar versos que llaman a la unidad independientemente de la ideología o religión (“Oh mi país… mi país está mencionado en el Evangelio y el Corán. La belleza está en mi país. Mi país está en mi corazón”.), o letras que homenajean a los 800 muertos de las revueltas (“Digan a mi madre que no se ponga triste. Hay ángeles que vuelan alrededor de mi. Me hablaron del paraíso y quiero ir como mártir.”).
La música de estos nuevos grupos y artistas se mezcla en el ambiente con los omnipresentes clásicos, como Um Kalzum. Sin duda, asistimos a un antes y un después en la música egipcia, aunque quizás la música sea el menos importante de estos cambios que se están produciendo. Inshallah.
SOUT AL HOREYA. Traducción al español.
LA VOZ DE LA LIBERTAD.
Hemos levantado la cabeza hacia el cielo.
Ya no nos importa el hambre.
Lo más importante es nuestro derecho.
Y escribir nuestra historia con nuestra sangre.
Si eras uno de nosotros, deja de despotricar y de decirnos
que nos vayamos y olvidemos nuestros sueños.
No sigas hablando en mi nombre.
En todas las calles de mi país llama la voz de la libertad.
He bajado a decir que no vuelvo.
He escrito con mi sangre en todas las calles.
Nos ha oído el que no oía.
Y se han levantado todas las prohibiciones.
Nuestras armas son nuestros sueños.
Y tenemos un mañana claro ante nosotros.
Hace tiempo que esperamos.
Buscamos y no encontramos nuestro sitio.
En todas las calles de mi país llama la voz de la libertad.
4 Responses to “Los cantantes y la revolución egipcia”
21/09/2013
rominatanta represion… tanto sufrimiento… tanto dolor….
Amr diab para mi es un artista de lujo no comparto su postura politica tal vez… pero el pueblo egipcio se revoluciono y esto iba a pasar con o sin amr diab en el medio.
04/11/2012
MagalíAhora entiendo por qué encuentro tantos cantantes egipcios en facebook xD Hay uno que es de mi preferencia, que me quiere pagar un pasaje para que vaya para allá, soy de Argentina. Por muuy atractivo que sea, no voy a ir. No soy tan confiada. Sólo me deleito escuchando su voz 🙂
Simplemente que ahora comprendo por qué hacen música los egipcios. Excelente informe.
26/06/2011
GemmaMe da tristeza saber que hasta la música y las letras estaban bajo control. ¿Acaso creían que así la gente dejaría de soñar con su libertad? Qué equivocado estaba el régimen…
Admiro la valentía del pueblo egipcio. Y me quedo con esta frase del pueblo a los artistas simpatizantes de la dictadura » Es el amor de la gente lo que os hizo famosos, no el régimen».
26/06/2011
Valenque fuerte, que fuerte, que fuerteeeeeeeee. Tamer Hosny y Amr Diab repudiados por el pueblo!!! que fuerteeeeeeeeee, y que fuerte lo de Mubarak, todo bien controladito, eh? hasta la música… joder me parece mu fuerteeeeeeeeeeeeeeee. Está súper interesante el artículo!!!!