«De Larissa, a tus letras de oro», el tercer capítulo escénico de «Arte y Femineidad: la danza de la diosa«, fue presentado en Madrid por Larissa Vesci en forma de café-concert con adaptación a teatro. El leitmotiv de la obra ha sido su gratitud a todos aquellos periodistas, poetas e historiadores que le han dedicado espacios literarios y apreciaciones públicas y notorias en medios de comunicación de diversos países.
Con un comienzo entrañable a través de elementos audiovisuales y especial dedicatoria de la obra a Zurhilma Narváez, discípula de la autora de la performance, continuada por una exposición escénica de páginas de periódicos, libros o revistas contentivas de líneas dedicadas a Larissa Vesci por parte de periodistas, historiadores y poetas para quienes ésta ha sido musa de inspiración; así como apreciaciones de compañeros de profesión artística, «De Larissa, a tus letras de oro» nació como una expresión de gratitud pública a través de la danza flamenca oriental en el Centro de Arte «Villa de Miraflores» (Teatro Mucipal de Mirafores de la Sierra, localidad ubicada en el norte de Madrid).
El evento conducido por Larissa Vesci, acompañada por la voz y la guitarra de Kike Pepinillo, contó con amenos, distendidos y emocionantes diálogos de forma improvisada e ilustrados con canciones en los intervalos de los bailes. Reflexiones llenas de intensidad unas veces y otras de humor acerca de la unicidad en el arte, sentimientos como los celos, la envidia, religión, referencias autobiográficas, poesías y apreciaciones de la protagonista de la obra de parte de sus vivencias dentro y fuera de su tierra natal, Venezuela, información didáctica acerca de algunos palos del flamenco y el mundo artístico gitano eran correspondidas por Kike con canciones o palabras. Asimismo, se hizo participar sorpresivamente a parte de público en las tablas.
Según Larissa Vesci: «Creo que todo ser humano, y en especial los artistas, tenemos que detenernos en alguna de las tantas encrucijadas que se nos presentan solamente para agradecer. Sentía que tenía una asignatura pendiente al respecto. Entre innumerables páginas de algún libro, revistas y periódicos y alrededor de 34 «letras de oro» que me han dedicado, de las cuales 12 fueron las escogidas para esta ocasión, me emocionó ver en escena una preciosa secuencia. Mi equipo de producción hizo un trabajo estupendo. El nombre de la obra ha estado inspirado en un principio de vida para mí extraído del Evangelio de Mateo: «Porque donde esté tu tesoro; allí estará también tu corazón». Por tanto, ser musa y objeto de atención para respetables personalidades es un auténtico tesoro: sus letras son oro para mí. Por otro lado, desde que mi amiga y alumna Zurhilma Narváez partió de este mundo hace 5 años, me había hecho la promesa de ofrecerle una obra póstuma. En esta reciente edición encontré el momento idóneo. De ella recuerdo su talento, tenacidad, responsabilidad, lealtad inquebrantable y valiosa presencia cuando viví las etapas más intensas en el mundo de la danza. Aunque en el arte hay muchos parajes agrestes, obstáculos, zancadillas, personas que imponen sus intereses de forma egoísta; a conveniencia y ponen las cosas difíciles incluso cuando uno está en situaciones de desventaja, reconozco que hay grandes seres que ofrecen su luz y generosidad. Quienes han sido nobles conmigo superan con creces a quienes han actuado con mezquindad y a ellos doy las gracias con lo que es mi gran pasión y expresión vital: la danza.»
En cuanto a la elección del estilo escénico comenta:
«Tengo un amigo, dueño de una taberna muy popular en la sierra de Madrid. Se llama Kike Lozano, alias Kike Pepinillo. Es un hombre muy interesante y genuino aficionado al cante y la guitarra flamenca. Mis amigos cercanos y yo cada vez que podemos vamos a su local. En alguna ocasión lo había escuchado cantando, en otras, simplemente nos poníamos a improvisar en la tarima. Un día nos planteamos esto y, sin pensarlo dos veces, tomamos la decisión de arriesgarnos. Lo que más me gusta de él es su pasión por la vida, su modo tan personal de manejar las cosas y; sobretodo, el corazón que le pone a todo lo que hace. La esencia flamenca la tiene pegada en la piel y, aunque somos muy diferentes, hay temas comunes en los que coincidimos. Descubrí en él a un artista auténtico que ni él mismo sabía que era. Cada uno de nosotros tiene un carácter muy fuerte; no obstante, desde un principio entre él y yo ha existido un profundo respeto y enorme química escénica que amigos comunes han captado tempranamente y nos han estimulado a explotar, así que pensé que sería interesante transportarnos a los Cafés-cantantes que tuvieron en su seno a los albores del flamenco, adaptarlo al teatro actual de forma intimista y manejarlo por los senderos de la improvisación a máximo. A él le encantó la idea. Conversamos y actuamos alternativamente, lo cual es un desafíó, pues solamente somos dos personas en escena y de verdad que sostener la atención tanto tiempo, con naturalidad, es un verdadero reto. En estas lides Kike se está convirtiendo en otra de mis parejas artísticas con quien me divierto muchísimo en el escenario.»
El lugar escogido fue Miraflores de la Sierra, debido a que Larissa lo ha convertido en su segundo hogar y sede de sus recientes producciones artísticas. Después de haber recibido una gran acogida por parte de público y obedeciendo a nuevas propuestas, muy seguramente «De Larissa, a tus letras de oro» vuelva a presentarse próximamente
en el norte de Madrid.
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