Primer artículo de la serie: La Respiración y la Danza, de Eva MonRo.
La respiración: fuente de vida. Son pocos los escritos sobre Yoga que se olvidan de señalar que podemos sobrevivir días e incluso semanas sin alimentarnos o sin ingerir agua, pero que podemos contar por segundos nuestra posibilidad de vivir sin aire.
Entre todos los procesos fisiológicos esenciales para la vida humana la respiración aparece como la más conectada al hecho de vivir: nacemos con la respiración y nos movemos. Morimos con nuestro “último aliento”, y nos paramos.
Tal y como dijo J. Pilates “La vida comienza con una inhalación y termina con una exhalación”.
La vida comienza con una inhalación y termina con una exhalación
Y entre inhalación y exhalación vivimos, respiramos porque vivimos, vivimos porque respiramos.
He aquí un cuento, una explicación literaria de la importancia de la respiración para la vida, extraído del Brihadaranyaka Upanishad:
Estaban los sentidos discutiendo entre ellos por cual era el mejor y fueron a Brahman y le dijeron “¿Cuál es el más valioso de todos nosotros?”. Él les respondió: “Aquel cuya ausencia haga que el cuerpo se sienta peor es el más valioso”.
Se marchó la lengua y volvió al cabo de un año y dijo “¿Cómo habéis podido sobrevivir sin mí?”. Ellos le contestaron: “Como los mudos, que no hablan con la lengua, pero respiran con la respiración, ven con los ojos, oyen con el oído, conocen con la mente, engendran con la semilla. Así hemos vivido”. Entonces entró la lengua.
Se marcharon los ojos y volvieron al cabo de un año y dijeron: “¿Cómo habéis podido sobrevivir sin nosotros?”. Ellos les contestaron: “Como los ciegos, que no ven con los ojos, pero hablan con la lengua, respiran con la respiración, oyen con el oído, conocen con la mente, engendran con la semilla. Así hemos vivido”. Entonces entraron los ojos.
Se marchó la oreja y volvió al cabo de un año y dijo “¿Cómo habéis podido sobrevivir sin mí?”. Ellos le contestaron: “Como los sordos que no oyen con el oído, pero respiran con la respiración, ven con los ojos, hablan con la lengua, conocen con la mente, engendran con la semilla. Así hemos vivido”. Entonces entró la oreja.
Se marchó la mente y volvió al cabo de un año y dijo “¿Cómo habéis podido sobrevivir sin mí?”. Ellos le contestaron: “Como los locos, que no conocen con la mente, pero respiran con la respiración, ven con los ojos, hablan con la lengua, oyen con el oído, engendran con la semilla. Así hemos vivido”. Entonces entró la mente.
Se marchó la semilla y volvió al cabo de un año y dijo “¿Cómo habéis podido sobrevivir sin mí?”. Ellos le contestaron: “Como los estériles que no engendran con la semilla, pero respiran con la respiración, ven con los ojos, hablan con la lengua, oyen con el oído y conocen con la mente. Así hemos vivido”. Entonces entró la semilla.
La respiración, cuando estaba a punto de marcharse, hizo pedazos a todos esos sentidos, lo mismo que un caballo excelente y brioso de Sindhu podría destrozar las ataduras que lo retienen.
Ellos le dijeron: “Señor, no te vayas. No podremos vivir sin ti”.
- Respiración y Danza. Conclusiones - 28/08/2015
- Respiración y armonía corporal - 28/07/2015
- La Respiración: primer movimiento - 28/06/2015
3 Responses to “La Respiración: un cuento”
20/05/2019
DiegoEs relativamente sustanciosos el contenido de dicho escrito, traerlo a exposición es realmente bueno. Me gusto mucho.
20/02/2019
manuel otalvaroLa importancia de entender que entre todos los sentidos que son muy importantes, siempre habrá uno que sin su presencia los demás no pueden subsistir, gracias por compartir este mensaje.
02/07/2018
vivian dayanaesta información es muy bueno y ademas me dio exactamente lo que buscaba
le agradezco a la persona que se tomo el esfuerzo de escribirlo