El pasado 30 de julio fue arrestado un estudiante de la Universidad de El Cairo tras realizar una performance Kiki Challenge por las calles de El Cairo.

El famoso Kiki Challenge trata de que las personas deben salir de sus automóviles y comenzar a bailar la canción junto a la puerta abierta del vehículo.

Las personas que tomaron las calles de Egipto para participar en el reto de baile en línea se enfrentan a sanciones por acusaciones de poner vidas en riesgo y vulnerar la decencia pública, según publicaron varios medios nacionales en Egipto.

El reto de baile se viralizó en las redes sociales gracias a publicaciones de videos que mostraban a gente bailando en respuesta al llamado Kiki Challenge (Desafío Kiki) con la canción “In My Feelings” del cantante canadiense Drake.

El desafio fue iniciado en Instagram por el comediante conocido como The Shiggy Show. Trata de que las personas deben salir de sus automóviles y comenzar a bailar la canción junto a la puerta abierta del vehículo mientras éste está en marcha.

Videos de celebridades egipcias, como el famoso portero de fútbol Essam al-Hadary, así como las actrices Dina al-Sherbini y Yasmin Raees, se hicieron virales en las redes sociales bajo el hashtag “Kiki”, el cual está entre las principales tendencias de Egipto.

Algunos aficionados a la danza llevaron al desafío más lejos, publicando videos donde aparecen bailando canciones egipcias. Incluso un usuario publicó una fotografía de un hombre que corría junto a un autobús repleto de personas, tratando de subirse, y acompañó la imagen con la frase: “Tenemos otro desafío kiki en Egipto”.

Las autoridades egipcias están alarmadas por los peligros que conlleva el famoso reto de baile Kiki Challenge.

La agencia de noticias egipcia MENA informó de que un funcionario del Ministerio del Interior advirtió que los bailarines del “desafío Kiki” pueden ser procesados por quebrantar la ley de tráfico de Egipto. El funcionario, que no fue identificado, no dio más detalles.

Los cargos, según la ley de tráfico, a los que se podrían enfrentar estos bailarines espontáneos incluyen poner en riesgo la vida de personas y la perturbación al tráfico, y pueden ser condenados con penas de hasta un año de prisión y multas que alcanzan las 3.000 libras egipcias, que equivalen a unos 150 euros.

Por su parte, algunos funcionarios religiosos calificaron el reto Kiki Challenge como una amenaza a los “valores y la ética” del país. “El baile, que se ha propagado como un incendio forestal, vulnera las normas y éticas sociales”, comentó Ahmed al-Malki, investigador en Al-Azhar, la institución religiosa más importante de los musulmanes suníes. “El Estado tiene el derecho inherente de proteger a sus ciudadanos de todo lo que considere perjudicial para ellos”, agregó al-Malki.