Matronas aragonesas participan en un curso para aplicar la danza del vientre al cuidado de las embarazadas.

El parto es una parte más del proceso vital y la mujer tiene que vivirlo plenamente. Esta es la filosofía con la que Marisol Díez, psicóloga y bailarina profesional de danza del vientre, recorre España enseñando a matronas la importancia de que la mujer sienta su cuerpo durante la gestación. Marisol visitó Zaragoza recientemente para ofrecer una sesión a enfermeras del Miguel Servet y del hospital de Teruel, en la que les mostró cómo pueden aplicar este baile oriental a su trabajo.

«Esta danza es sinónimo de feminidad y sensualidad, y ¿qué es más femenino que una mujer embarazada?» Esta es la respuesta que Marisol aportó ante la extrañeza de que la técnica pueda servir como ejercicio de preparación al parto. Las embarazadas han utilizado esta técnica desde la antigüedad, pero los tiempos actuales han hecho que «perdamos la relación directa con nuestro cuerpo».

La futura mamá tiene miedo al momento del parto y a las consecuencias del embarazo. Con estos cursos de danza oriental y embarazo, se busca que la mujer pierda el temor a sufrir, porque el dolor del parto es uno de los que «hace crecer a la persona». Marisol quiere erradicar la idea de que la mujer en el periodo de gestación debe estar inmóvil y hacer que se sientan “sexis y femeninas».

Hace falta ganar en confianza y sentir que su vientre es hermoso. Entre las ventajas y los beneficios que la danza del vientre puede aportar al momento del parto están una mayor oxigenación para el bebé, más flexibilidad para la madre o la reducción de las molestias en la espalda. «Tanto las matronas como las mamás se sorprenden de que este baile pueda hacer todo esto, esta es la primera reacción, pero lo cierto es que se quedan encantadas con los resultados e incluso lo siguen practicando después del parto», comentó.

Para Marisol, este tipo de técnicas deberían ser habituales en los hospitales públicos, para que la mujer tenga total libertad de movimientos y participe activamente en todas las decisiones que incumben al momento del parto. Durante años se ha impuesto en los centros sanitarios un modo mecánico y poco natural de dar a luz aunque cada vez más se dan todo tipo de opciones a las parturientas. Tras su visita a Zaragoza, Marisol aseguró que la sesión con las matronas aragonesas había sido muy fructífera. Por su parte, las enfermeras de Atención Primaria se mostraron convencidas de que aplicarán estos conocimientos a su trabajo diario.