Una novela clandestina sobre los derechos de la mujer en un Irán convulso e irracional.
“Cuando nos marchamos de Qum mi padre permitió que siguiera asistiendo a la escuela. Más tarde, al explicarle que en Teherán las niñas no llevan chador en clase y que sería el hazmerreír de mis compañeras, accedió a que me pusiera sólo un hiyab, un pañuelo de cabeza, pero hube de prometerle que iría con cuidado, que no me estropearía ni corrompería, para que él no tuviera que avergonzarse de mí. Yo no entendía que una niña pudiera estropearse, como la comida.”
“Este es tu libro, no dejes de leerlo” – me dijo el librero. Y así fue, creo que es uno de esos libros de los que nunca me voy a desprender. He llorado, he sufrido, me he indignado y he sentido la felicidad cuando la protagonista, que es la voz de muchas mujeres que luchan por sus derechos civiles, conseguía sus objetivos.
Parinoush Saniee nació en el seno de una familia de Teherán. Es psicóloga, socióloga y terapeuta familiar, tiene dos hijos y actualmente vive en Alemania.
“El libro de mi destino” retrata el Irán desde los tiempos de Sha hasta la actualidad. La novela fue prohibida en Irán dos veces y se publicó clandestinamente. El marido de la autora, también iraní, fue su mayor impulsor y quien más luchó contra la censura, y recibió el apoyo de la premio nobel Shirin Ebadi (autora de “La Jaula de Oro”).
La propia autora cuenta en una entrevista lo que pasó cuando preguntó a los censores los motivos:
“—¿Cuál es el problema? —relata aún con rabia.
—Que provocará que la gente se haga preguntas —respondieron los guías del pueblo, según su reconstrucción.
—Pero está basado en historias reales, no hay nada falso ni equivocado, es resultado de estadísticas —replicó.
—Cierto.
—¿Y entonces qué hay de malo?
—Que es amarga. Demasiado amarga.
—Entonces decidme algo dulce y bueno que haya pasado aquí en los últimos 35 años y lo escribiré.
La conversación terminó ahí.”
Masumeh, una niña muy intelegente de 15 años, tiene muchas ganas de aprender y de conocer nuevas cosas, pero crece en el seno de una familia muy tradicional. Tiene seis hermanos: la mayor murió porque la abuela paterna se negó a que la llevaran al médico y decidieron que su muerte fue una imposición divina. Masumeh tiene que obedecer tanto a sus padres como a sus tres hermanos, que consideran que es inútil que acuda a la escuela puesto que tres años de secundaria son suficientes para una mujer que lo que debe hacer es casarse y acudir a clases de costura, ya que así no se corromperá.
Un día, de camino a la escuela con su amiga Parvaneh, conoce a Said, un aprendiz de farmacéutico y surge el amor entre ellos.
“Todavía no me atrevo a escribir su nombre en papel, aunque mi corazón lo grita un millón de veces al día. Ningún otro nombre ha sido tan apropiado para su cara. La inocencia de su mirada y su rostro es un regalo para la vista. Me he vuelto adicto a verla a diario. Tanto es así que, cuando me veo privado de esa bendición, no se que hacer con mi vida”.
La relación es descubierta por Alí, su hermano pequeño, al que sus hermanos mayores le habían encargado vigilarla y seguirla. Esto provoca una terrible decepción en su padre, pero lo peor fue la oposición de los tres hermanos varones y de la madre.
Masumeh es recluida en la casa y aislada del mundo exterior hasta que se le acuerda un matrimonio concertado.
“No recuerdo haber dado mi consentimiento en la ceremonia nupcial. Mi madre me apretaba el brazo con todas sus fuerzas y me decía al oído “Di que sí. Di que sí”. Al final alguien dijo “Sí” y todos aplaudieron”.
Hamid, su esposo, era un hombre bueno, culto y entregado a las actividades políticas. Era un defensor de los derechos humanos y de la igualdad, por lo que acabó siendo preso político. Tan comprometido estaba por la lucha política que ni a ella ni a los hijos que iban llegando les prestaba atención. Masumeh tiene que madurar rápidamente, criar a sus tres hijos sola, buscar un trabajo y seguir estudiando para llegar a cumplir su sueño: ir a la Facultad de Literatura.
«El libro de mi destino» se desarrolla en Irán, en medio de un ambiente social lleno de cambios políticos e incertidumbres que influyen especialmente a la mujer de un preso político. Al final, después de haber luchado contra las tradiciones, Masumeh se encuentra con que la vida le vuelve a hacer elegir entre las tradiciones y su felicidad personal.
“Acuérdate del viejo refrán. Nadie nos quiere por nosotros mismos, sino para sí mismos. Mi felicidad y mis deseos no importan.”
“Mira, hijo mio, ¿olvidas que somos humanas? -le espeté-. ¿Que pensamos por nosotras mismas y tenemos principios y creencias propios, y que no podemos transformarnos sin cesar en lo que no somos? ¿Sabes cuántas veces tuve que cambiar el modo de taparme, según lo que los hombres consideraban adecuado? En Qum llevaba chador; en Teherán, pañuelo de cabeza; cuando me casé con tu padre, él no quiso que llevara ningún tipo de hiyab, luego llegó la revolución y tuve que llevar una túnica larga y un pañuelo…”
- El libro de mi destino, de Parinoush Saniee - 15/01/2015
- Las huellas en el desierto, de Maha Akhtar - 22/09/2014
- La prisionera de Roma, de José Luis Corral - 28/08/2014
One Response to “El libro de mi destino, de Parinoush Saniee”
19/05/2018
Edilburga SánchezMe gusto mucho’ masumed es ejemplo de lucha, de amor a los suyos, de entereza es una novela muy real y que puede pasar en cualquier país y donde aún hay machismo, no me gusto el final ahí le faltó decisión para tomar el camino que le compensaría un poco su sufrimiento, pero prefirió vivir en paz y con su recuerdo