Por Marisol Díez (Nhua Kayali).
DANZA ORIENTAL TERAPÉUTICA.
NIVEL I.
Ahora que estamos en crisis… (¡bueno!, ¡en LA GRAN CRISIS! porque crisis hemos tenido siempre.) se ha puesto aún más de moda «lo terapéutico»:
cocina terapéutica,
danza terapéutica,
libros terapéuticos,
¡ropa terapéutica!
¡Sí, sí! ¡Han inventado una que cambia de color según el estado de ánimo!
¡Si este invento sirve para recibir más abrazos pienso comprarme una de esas prendas!
Posiblemente es un buen momento para intentar delimitar qué entendemos por «terapéutico».
Voy a partir de la idea de que «lo terapéutico» tiene una cualidad concreta y necesaria que lo define: «ser reparador», «curativo», «sanador de alguna manera».
Esta cualidad puede darse, según mi reflexión y mi experiencia, a diferentes niveles.
Que la Danza Oriental es terapéutica creo que es incuestionable, ahora bien, con sus propios límites y según de qué nivel terapéutico estemos hablando.
El primer nivel terapéutico, para mi el más básico, sería el que actuaría fundamentalmente sobre el cuerpo físico.
En este nivel de actuación terapéutica se «repararían» lesiones, aliviarían dolores, molestias físicas y posturales.
Estaréis de acuerdo conmigo en que asistir con regularidad a clases de Danza Oriental tiene efectos beneficiosos a este nivel.
Ahora bien, para que esto se dé es muy importante que la persona que dirige el trabajo tenga unos mínimos conocimientos sobre anatomía del movimiento y metodología de una sesión de danza. Una clase mal dirigida puede lesionar a una alumna igual que puede ocurrir en otras sesiones de actividades físicas que pudiesen parecer en principio más agresivas para el cuerpo.
A mis clases han llegado en ocasiones alumnas con las rodillas destrozadas porque la monitora (no puedo llamarle profesora…) se había empeñado en trabajar una y otra vez no sé que movimiento en el suelo sólo porque a ella le salía bien, sin tener en cuenta si las alumnas estaban o no preparadas para hacer tal ejercicio.
NOTA: Precaución con aquellas y aquellos atrevidos que después de recibir un par de cursos intensivos se ponen a dar clases sin tener los conocimientos adecuados… La ignorancia es muy atrevida… y puede lesionarnos. Está claro que en este caso la danza oriental no sería terapéutica.
NIVEL II.
Continuemos la reflexión y veamos qué puede ocurrir cuando asistimos a clases de Danza Oriental y la persona que guía el grupo está capacitada para llevarnos un poco más allá. Más allá del cuerpo físico.
Si los movimientos de la danza oriental son acompañados por un trabajo adecuado y consciente de respiración estaríamos acercándonos al segundo nivel terapéutico: el que «repara» el cuerpo energético.
El concepto de energía así empleado todavía crea mucha confusión en occidente, asi es que yo me voy a referir aquí a la energía entendida como corriente vital, como el combustible, la fuerza que nos mueve y nos hace sentirnos vivos.
Quienes practicamos habitualmente esta danza hemos podido comprobar una y otra vez como después de las sesiones nos sentimos más vitales, con más energía.
Hablar de cuerpo energético nos acerca a otras disciplinas orientales conocidas: el yoga, el tai-chi. Estas, al igual que ocurre con la Danza Oriental, cuentan con herramientas que pueden mover nuestra energía y ayudarnos a recuperar la vitalidad y la salud.
Para que el trabajo en nuestras clases pueda alcanzar este segundo nivel terapéutico, como ya he dicho, es necesario conocer ejercicios que, combinados con la danza, ayuden a dar mayor amplitud a nuestra respiración.
NOTA: Para poder disfrutar a fondo de los beneficios de la danza a este nivel es fundamental PERDER EL MIEDO A LA LENTITUD.
(…¿por cierto? ¿cómo es tu respiración ahora…?, sí, según estás leyendo…)
NIVEL III.
Y aún podemos ir más allá, más allá del cuerpo físico (nivel I), del cuerpo energético (nivel II)…
…si además de mover nuestras caderas en círculos, coordinamos estos con la respiración, y llevamos nuestra atención hacia dentro, en una actitud de interiorización que nos permita
«darnos cuenta» de «qué se mueve mientras me muevo»…
…entonces nos encontraremos con lo que llamamos «cuerpo emocional».
Sin lugar a dudas este sería el nivel terapéutico más complejo y delicado a trabajar. Sed respetuosas con todo lo que sintáis vosotras o vuestras alumnas, y buscad ayuda profesional (psicólogo, psicoterapéuta) si pensáis que podéis necesitarla.
Para que la Danza Oriental sea terapéutica en este nivel se necesitan, además de conocimientos sobre todo lo dicho en el punto I y II, que la persona que guía el grupo tenga uns buenas dosis de:
humildad, empatía, inteligencia emocional, equilibrio, habilidades sociales, y
¡AMOR…, toneladas y toneladas de amor!
Jorge Bucay dice en uno de sus libros que el trabajo terapéutico consiste en «ayudar a parir un nuevo ser». (Seria tarea esta…)
Con la Danza Oriental se puede llegar a trabajar este nivel terapéutico, pero no olvidéis, esta debe ser una estación a la que llegar, nunca un punto de partida en el camino de «sanar» y «sanarse».
Estoy segura de que habrá partes de mi reflexión con las que no estéis de acuerdo. Esta ha sido mi manera personal de reflexionar sobre el tema. Puede que a algunas de vosotras os sea válida. A mi por ahora me sirve para seguir trabajando.
Espero con ganas vuestras aportaciones y reflexiones.
NOTA: En este nivel de posible actuación terapéutica es para mi donde son más peligrosos los y las atrevidas, los iluminados y aprendices de «gurues». Sed prudentes.
5 Responses to “La danza oriental… ¿es siempre terapéutica?”
08/04/2015
David Gutiérrez PulidoMarisol, fantástica reflexión. Desde otras disciplinas del baile pasa lo mismo. El mero hecho de transmitir, a través de la actitud positiva y educadora del profesor, y provocar una sonrisa ya es de por sí terapeútico. Si además le sumamos una buena conducción de movimientos se convierte en valores añadidos.
Los que trabajamos con personas en el mundo del baile y, como en mi caso, en el mundo del arte necesitamos dos factores fundamentales: Pasión y Formación. De nada sirve una gran formación o ser un gran entendido en un campo si no se transmitirla y hacer que los demás disfruten. Me encantó tu post. Un saludo
14/02/2015
CarolaGracias por la nota, enriquecedora y muy cercana a mis percepciones sobre lo que implica a nivel terapéutico esta maravillosa danza, puedo aportar, que además la guía de una profesora o facilitadora en el aprendizaje contribuye a la sanacion de lo femenino grupal, el grupo de mujeres se vuelve amoroso, apoyador comprensivo, y se aleja de lo competitivo.
10/03/2013
galeymarComparto tu punto de vista Marisol. Desde posturas como la Bioenergética o la Danza Consciente se entiende perfectamente lo que explicas. Además, este debate también se a aplica a la mediación o la intervención social a través de las artes, cuando aplicamos los usos y beneficios para la mejora de las personas y para potenciar sus cualidades y su bienestar. Es lo que hacemos desde la Artemediación (que no Arteterapia, ya que no nos centramos en lo patológico, sino en lo positivo de cada persona)
19/12/2011
Olga PereiraHace poco que descubrí que, efectivamente, cuando danzas no sólo mueves tu cuerpo sino que mueves tus propias emociones y que hay ciertos movimientos que responden a ciertas emociones, o al contrario, ciertas emociones que reponden a ciertos movimientos. He podido observar a mis alumnas y he tenido la suerte de que me enseñen cómo una clase de danza puede ser finalmente terapeútica, aunque sea momentáneamente y que puede sanar el estrés acumulado en ese día o ayudarnos a sacar eso que llevávamos todo el día aguantando y que, gracias a la danza, a ciertos movimientos y al calor de la clase y el compañerismo finalmente sale fuera, en forma de una danza llena de sentimiento, en forma de llanto, o de la amenra que salga.
Otra cosa que me ha parecido súper interesante es el conocer a tus alumnas, conocer sus limitaciones, tanto físicas como psicológicas. Creo en la individualidad de cada una de ellas y en respetar sus ritmos propios, cosa que cuesta mucho encontrar en las y los profesores, ya sea porque no creen en ello o porque no llegan a percibir a cada alummno como persona individual.
Pero por otra parte veo ciertos problemas a la hora de aplicar éstas técnicas y vienen de las propias alumnas. En el poco tiempo que llevo enseñando danza me he encontrado con que sólo quieren bailar técnicamente bien o simplemente hacer algo ese rato porque la vida del pueblo es un poco aburrida. Y muchas veces cuesta que pongan interés en el mismo calentamiento, lo hagas cómo lo hagas (lento, dinámico, casi coreográfico) y mucho menos en llevar una respiración consciente. Estaría bien conocer alguna técnica para atraer la atención de las alumnas hacia la importancia de la consciencia de los movimientos, de la respiración etc…
Perdón por el rollo! Un saludo.
18/07/2011
Annelise Bello da VeigaMarisol, una vez más me identifico totalmente con lo que dices. Enhorabuena por expresar tus conocimientos y principalmente guiar a las que están empezando en este arte y muchas veces con pocas referencias de cómo tiene que ser una Profesional en este arte. Creo en la danza como una magnífica herramienta para una(o) conectar consigo misma(o) y para eso hay seguir todos los pasos mencionados por ti. Un saludo desde Castellón.