Por Mónica Tello.

“Tu cuerpo es tu templo en el que vives y al que debes tratar como tal.” Victor Ullate.

Cuidado y correcta ejecución: salud y estética.

Debemos cuidar nuestro cuerpo pues es y será el lugar donde viviremos y de ello dependerá nuestro bienestar. Hacer ejercicio y en concreto danza del vientre es una de las mejores selecciones para mantenernos sanas.
Lo primero es revisar la respiración, que merece ser tratada con respeto ya que es nuestra fuente de energía por excelencia; de forma adecuada ayuda a concentrarse, a fortalecer los músculos, tonificarlos y aumentar su flexibilidad. Además reduce dolores musculares.
Debemos cuidar nuestra posición.
Una adecuada posición del cuerpo evita lesiones, y además los músculos se desarrollan de una forma correcta y compensada.
EJE:
Peso a los dedos, para danzar. También en ocasiones el peso debe estar en la planta de los pies.
Cadera encima de dedos.
Tórax encima de cadera.
Nuca encajada.
Hombros formando una H, medio giro de hombros.

Cuando los músculos que se ocupan de la estabilidad de nuestra espalda, los tensores de la espalda y los equilibradores de la pelvis, no se trabajan correctamente ocasionan:
Lordosis LUMBAR Y CERVICAL.
Cifosis DORSAL (chepa).

Estos dos son problemas de la estabilidad (revisar los músculos abdominales) de la columna – equilibrio.
Debemos cuidar nuestra alimentación para fortalecer nuestra salud.
La faltad de magnesio y calcio pueden producir calambres.
La deshidratación también puede producir calambres musculares.

Hablando de estética, la bailarina debe tener una presencia digna, tanto por nosotros como por el respeto que el público se merece.
Un buen bailarín jamás dejará que su aspecto exterior oculte su aspecto interior, su arte, su emoción, su persona.
Respetarse a sí mismo es respetar al público.

Aprende todo lo que acontece en tu preparación estetica para bailar, maquillaje, el color y sus aplicaciones, la luz artificial, el maquillaje según aforo… Cuantos más datos técnicos, mejor.

También debemos estar atentos a nuestro estado de animo puesto que es muchas veces el culpable de deterioros físicos.