El pasado mes de diciembre se celebró en el Teatro de las Culturas de Madrid el festival BellyDanceShow Madrid 2018, organizado por Inmaculada Balcázar y Shelzza. Un evento al que asistieron grandes maestros de la escena internacional que impartieron talleres y actuaron en una especial y mágica gala.
Los artistas invitados fueron Alena Papucha, Alícia López, Eva Chacón, Inmaculada Balcázar, Laurak Valera, Layali Alkasar, Sahra Ardah, Shady Sultan, Shelzza y Sylvia Kumiray.
La competición, que contó con categorías solista profesional y solista amateur tuvo como ganadoras a Clara Iriazábal en el primer puesto y a Belén Arias en el segundo puesto, ambas en la categoría profesional.
Clara Iriazábal, madrileña de origen y residencia, nos responde a unas preguntas en exclusiva para Añil Danza.
Háblanos de tu formación artística y tu experiencia.
Mi primer contacto con la danza oriental lo tuve con doce años. Recuerdo que mi madre me llevaba y esperaba mientras yo daba clase con Samara Hayat en una pequeña escuela de Manuel Becerra. Aprendí también con Laila Rangel y después estuve unos años sin bailar porque mi carrera universitaria me ocupaba casi la totalidad del tiempo. Estudié enfermería en la Universidad Complutense.
Hace siete años contactó conmigo Lucía Bohollo, bailarina con escuela propia en Madrid, para impartir clases de Danza oriental en su centro. Desde entonces comencé a ampliar mi formación en danza compaginándolo con la enfermería. En su escuela y en otras trabajé otras disciplinas como el Ballet, la danza moderna, contemporánea, Funky, flamenco, bailes latinos, cursando primero y segundo de Danza moderna a través de ACADE en la Universidad Europea de Madrid.
Conocí a Shelzza en 2016 y asistí esporádicamente a su formación para bailarinas profesionales hasta que me invitó a formar parte de su compañía. Aprovecho los congresos de Danza por España para formarme con bailarines y bailarinas orientales internacionales. Actualmente combino mi trabajo como enfermera en un colegio con clases de funky, clásico, moderno, flamenco, oriental, zumba y teatro musical que imparto como actividades extraescolares en este mismo centro docente y en la escuela de Lucía Bohollo.
¿Qué ha significado para ti este premio?
Aun no me lo creo. Es el segundo concurso al que me presento, me animó Shelzza a que lo hiciese. Ha sido un antes y un después en mi vida profesional como bailarina y me ha animado a seguir avanzando y compitiendo, ahora me presento también el día 8 de febrero al concurso del festival Keda Aho en Madrid.
¿Qué es lo que te enamora de la danza oriental? ¿Qué es para ti el baile?
Que es única. Además de ser una disciplina muy respetuosa con el cuerpo, no tan «antinatural» o «dura» como pueda resultar en ocasiones el ballet. Para mí es una forma máxima de expresión de la feminidad. Lo que puedes sentir y crear cuando escuchas melodías y ritmos orientales genera una energía dentro de nuestros cuerpos especial en cada bailarina. Es como un motor, el baile es gran parte de mi vida, y ahora más que nunca.
¿Qué estilos te motivan más?
El clásico egipcio fue el que me enamoró desde mis comienzos, pero manejo otros estilos y los amo y disfruto igualmente. También pienso que cada estilo trasmite un flujo de sentimientos y energías diferentes; a lo largo de mi carrera en Danza Oriental han significado algo distinto cada uno y creo que los he trabajado y bailado en función de mis etapas vitales y mis circunstancias, vivencias y actitudes ante la vida.
¿Qué valoras más en una bailarina oriental? ¿Qué te emociona de un artista?
Que tenga su propio estilo, que trasmita y que demuestre una técnica depurada. La conjunción perfecta entre técnica y expresividad, sentir la danza, demostrar que disfrute con ella, sin ser un clon de otras bailarinas o bailarines.
¿Quienes son tus referentes en la danza oriental egipcia?
De la época dorada me quedo con la expresividad de Nagwa Fouad y la danza de Samia Gamal. Irrepetibles.
Actualmente, aunque es un mundo muy pequeño desde fuera, para mí es maravilloso y lleno de sorpresas y talentos. Cada día aprendo y descubro nuevos y nuevas artistas que deslumbran con su trabajo. Gracias a las redes sociales podemos estar conectados y conectadas todos los bellydancers del mundo y compartir nuestro amor por esta danza.
Como bailarinas más actuales Dina y otras aunque no egipcias como Dariya Mitskevich, Sadie Marquardt, las admiro enormemente.
¿Qué opinas de la situación actual de la danza en Egipto?
Creo que tampoco ha evolucionado demasiado. Las bailarinas tienen el estatus que tenían el siglo pasado pero adaptado a los nuevos tiempos: Bailan y animan bodas y festejos de quienes se pueden permitir contratarlas, sobretodo si son artistas internacionales y consagradas. Dan caché a las reuniones sociales y son también un orgullo para la nación sobretodo las que se dedican al folklore egipcio; pero el mundo patriarcal en el que vivimos hace que aun exista parte de la sociedad que las vea, como les pasaba a nuestras maestras de la época dorada, como mujeres de la noche, asociadas al alterne, la prostitución y el exhibicionismo. Solo fomentar la cultura, la tolerancia y sobretodo la sensibilidad en la gente de todo el planeta podrá vencer esa lacra.
¿Te dedicas profesionalmente al baile o piensas hacerlo?
Creo que soy una privilegiada por poder hacerlo, pero también me ha costado y me cuesta mis esfuerzos cada día. Aunque lo compagino con mi profesión enfermera, bailo y enseño a diario mi danza a mis alumnas y alumnos y me resulta muy gratificante, aprendo constantemente, me llena y me hace feliz. Creo que ahora estoy en un momento de crecimiento exponencial como bailarina y debo aprovechar el tirón.
¿Piensas que es fácil dedicarse a la danza oriental?
No. No sólo en la Danza Oriental. Yo tengo contacto con otros profesionales de otras disciplinas y es un mundo muy competitivo y de difícil acceso. Poder dedicarte profesionalmente a cualquier tipo de Danza requiere trabajo duro y talento, además de suerte. ¿cuántas grandes bailarinas hay que no han podido o tenido la oportunidad de mostrar su danza a más gente y han de dedicarse a otros trabajos para poder subsistir?
Económicamente no es muy grato, pero la pasión por la danza lo palia todo. Yo he tenido mucha suerte. He trabajado mucho y me sigo formando cada día, pero además la vida me ha puesto en el momento clave en el lugar oportuno y doy gracias cada día de poder Bailar y Ser enfermera a la vez, ya que, además, me gusta conectar ambas profesiones y aprovecho los beneficios de las dos en mi enseñar de cada día (pacientes y alumnxs de danza) y en mi vida privada. La danza oriental es salud.
¿Por qué recomendarías practicar danza oriental a otras personas?
Porque es una danza diferente. Despierta partes de nuestra anatomía dormidas, que no estamos acostumbradas a mover. Es un ejercicio respetuoso con el cuerpo que no fuerza articulaciones ni músculos si se aprende y practica con las técnicas adecuadas. Porque hace crecer nuestro autoestima y trabaja nuestra feminidad, nos ayuda a querernos a nosotras mismas que es lo mas importante. Y porque no tienes que dedicarte profesionalmente a ello, puedes disfrutar de ella y compartirla sin sentirte juzgada, elimina tabúes, es una filosofía de vida y une a quienes la vivimos.
Muchas gracias por tus palabras y a seguir cosechando éxitos.
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