Por Larissa Vesci.
Hay una danza que en pocos minutos nos pasea con la velocidad e intensidad de un ciclón desde el extremo Oriente hasta el Occidente, pasando por África subsahariana. Se trata del Chutney.
Hoy día, en medio de una prolífica época de fusiones cuidadosamente estudiadas, seleccionadas y trabajadas, es fácil que nos movamos, casi de inmediato, de un lugar a otro mediante la danza. Quienes estamos comprometidos con la misma podemos entender que es difícil que los bailarines de corazón se aburran debido a que permanentemente están en la búsqueda de renovación de sus formas de expresión corporal y del propio fuego espíritual a través de nuevos lenguajes, sin importar de qué parte del planeta provengan. Eso sucede también con la música.
Y… ¿qué es el Chutney? Desde el punto de vista culinario sabemos que es un tipo de condimento o acompañamiento muy popular compuesto de diversas especies de la comida india. No obstante, desde el punto de vista de danza y música podríamos decir que es un equivalente de la «salsa» pero, a diferencia de ésta, no agrupando artificialmente a los diferentes ritmos del Caribe sino reuniendo danzas y músicas de la India, ritmos africanos llevados a América en la época de la colonia y cadencias locales propias de la región antillana.
El Chutney se ha convertido en un género musical per se, y la danza le acompaña.
Esta mezcla extravagante, si bien a nivel musical ha producido el Chutney, también ha hecho lo propio con la danza, que es representada como un auténtico Bollywood criollo o «Bollywood caribeño», que ha ido creciendo casi a la par que el de su tronco madre de Mumbay, a pesar de que las Antillas Menores y la India están separadas por océanos y continentes.
El Chutney tiene su génesis en un archipiélago del sur del Mar Caribe (ubicado en lo que se conoce como el Caribe británico: Trinidad & Tobago), al noroeste de Venezuela. Para entender la evolución del exótico Chutney, veamos parte de la historia del lugar que le vio nacer…
Trinidad y Tobago (que se compone por dos islas principales, siendo Trinidad más grande que Tobago, y varias islas pequeñas) fue descubierta en 1.498 por Cristóbal Colón. En principio formó parte de la Capitanía General de Venezuela hasta que a raíz de la fractura del otrora imperio español durante las guerras Napoleónicas, fue disputada por franceses, ingleses, holandeses y los propios españoles. Finalmente fueron ocupadas por los británicos en 1814.
Su población original, compuesta por los indios Caribe y Kalugo, fue prácticamente desaparecida y sustituída por esclavos negros llevados a América de forma forzosa desde el África subsahariana a fin de que trabajaran en plantaciones de tabaco y caña de azúcar. Este nuevo grupo étnico tuvo presencia protagónica en el archipiélago hasta mediados del s. XIX, cuando se abolió la esclavitud. Entonces los ingleses sustituyeron a esa mano de obra africana por la de otro colectivo de escasa cualificación, los coolies, importado desde la India, China, Siria y el Líbano. La población india, dentro de un status de sirvientes contratados o identured servants, era la de mayor número y presencia. Estos indios eran traídos principalmente de Uttar Pradesh, Madras, Bihar y Bengala.
Fue durante el comienzo de la década de los 40 del siglo XX cuando esta zona del Caribe concibió un estilo propio indo-caribeño en el que se mezclaron ritmos de la India con otros locales, especialmente el Soca. En tanto, el epicentro de su creación se extendió de forma inmediata a Surinam y Guyana, países ubicados en el norte de Sudamérica. Inicialmente, las interpretaciones de esta música se hacían en bodas, algunos templos y en reuniones improvisadas en plantaciones de caña de azúcar. Sus temas se referían a asuntos religiosos, aunque con el tiempo sus letras fueron cambiando a motivos de amor o la vida en general. La mayoría de sus intérpretes son hombres, aunque las mujeres han ido ganando espacio poco a poco.
La primera grabación de Chutney se registró en 1958. Desde entonces su evolución y adaptación al gusto popular ha venido in crescendo, especialmente a partir de los 80, época en la que se comenzó a mezclar con otro ritmo caribeño, el Calypso, así como con los Blues americanos. A tal estilo de Chutney se le denomina Soca india. Fue en la década de los 90 cuando el Chutney empezó a tener mayor resonancia y fama en otros lugares allende las Antillas.
Cabe destacar que sus letras se suelen escribir en lengua inglesa, así como en hindi y bhojpuri. Sus intrumentos estrellas son el dholak, el dhantal, la armonía, guitarra eléctrica… y otros de creación caribeña y de los que están muy presentes en el Calypso. La tassa persa o el teclado electrónico igualmente forman parte del esqueleto musical de este género.
Algunos de los artistas más representativos del Chutney son: Sundar Popo, Nisha Benjamin o Drupatee.
Una de las tantas bondades de la danza y de la música es que te permiten viajar por el todo el mundo sin ni siquiera tener que salir de tu cuerpo.
Su baile, tal y como es su música, tiene una marcada personalidad indo-caribeña. Su esencia nos recuerda al mango, al coco y a la canela, sabores tan presentes y emblemáticos de las zonas del Mar Caribe que, sin embargo, tienen un origen en su antípoda, en Asia.
Sin duda alguna, danzar Chutney es lo mismo que interpretar un Bollywood caribeño. Después de conocer acerca de esta exótica expresión artística, resulta interesante poder viajar por el mundo -desde el lejano Oriente hasta las Antillas Menores- a través de un solo baile: el vigoroso, colorido y delicioso Chutney.
One Response to “Chutney, el bollywood del Caribe”
16/03/2017
Alejandro LaraHola!
Tengo una duda
Me gustaría saber de dónde sale la música de la India?
Es decir, desde el proceso de composición y arreglos hasta la interpretación
Me podrían ayudar? Muchas gracias. Es para un trabajo de la Universidad
Si tienen amigos o conocen a alguien de la India que sea arreglista, o trabaje con Bollywood por favor haganmelo saber. Gracias!