Por Zuel.
Aziz es una persona a la que le gusta hablar de la música, de la cultura árabe, de religión… y de su violín. Muchos días, tras las clases de danza, se queda con las alumnas compartiendo un té y hablando de estas cosas. Esta vez ha sido especial. Fue durante una fresca noche de ramadán en Madrid que pudimos compartir una larga e interesante charla.
Esta es la primera parte de la entrevista. En la segunda parte nos contará cuales son los estilos musicales de Marruecos.
1.- Empezaste tocando música andalusí. ¿Por qué te cambiaste a la oriental?
A mí me gusta la música desde pequeño, mucho antes de entrar al conservatorio. Al lado de donde yo vivía, en Tánger, había un local pequeño donde se juntaban los músicos para ensayar, preparar las bodas y esas cosas. Y eran músicos andalusíes. Luego venían otros músicos y hacían música oriental. Era un lugar de encuentro de artistas. Ahí me encontré músicos de todos los niveles. Había músicos mayores de estilo andalusí y otros más jóvenes que trabajaban en bodas, en discotecas o con bailarinas. Allí empecé a coger el ritmo y a leer sus libros, incluido el Elhaïk, y a aprender la música andalusí que ellos tocaban. Con el tiempo compré un violín y comencé a tocar. Luego fui al conservatorio y aprendí todo lo que pude.
Más tarde viajé a España para hacer un concierto, tres días y volvimos. Después de tres viajes a España me enamoré y me quedé. Y eso fue hace veinte años. Empecé a trabajar en Marbella, en fiestas en los palacios de los jeques árabes. Venían muchos artistas famosos de Marruecos, como Abdelwahab Dukali.
Y empezamos a venir a Madrid porque nos llamó una bailarina, y éramos los primeros músicos árabes que había en España. Éramos muy poquitos. No es como en Marruecos o en Egipto, que hay músicos por todos lados.
Ahí fue cuando me metí en el mundo del baile y entendí la danza oriental. Hasta entonces había trabajado con bailarinas pero yo tocaba sin enterarme muy bien de lo que estaba pasando. Pero claro, ahora es diferente. El baile se ha convertido en algo muy importante. Se ha puesto de moda y tiene su estudio. No es coger y bailar o coger y tocar el violín detrás de una bailarina así por las buenas. Todo está escrito y todo está estudiado.
2.- Cada país tiene su propia música, pero… ¿Qué es la música egipcia para un marroquí?
La música egipcia es un poco más difícil que la marroquí, por lo general. Cuando vas aprendiendo, primero aprendes lo marroquí y luego vas subiendo de nivel y aprendes otros estilos, como el egipcio, libanés, sirio, turco… Esto cuando ya tienes mucho talento y formación. La música de Marruecos se encaja con la de todo el mundo árabe, incluso con la música turca, porque es totalmente árabe, pero sus escalas son muy difíciles.
Eso no lo puede tocar un músico del pueblo. Tampoco le sale de dentro. Un músico de ciudad es estudiante y llega a tocar escalas muy difíciles, pero un músico de pueblo, aunque toque muy bien y tenga su talento, toca música de su pueblo, pero para él puede ser muy difícil la música oriental.
Antes había más público que escuchaba música clásica. Ahora mucho menos. El público de ahora es un treinta por ciento del que había antes. Como hay mucho de música popular…
3.- Qué diferencias o similutudes ves entre la música árabe y la española.
Es lo mismo. Al final es lo mismo. La música es un lenguaje para toda la Tierra. Pero claro, un andaluz no habla como uno del País Vasco. Pues la diferencia con la música es la misma. La diferencia es como uno lo maneja en cada sitio. Se pueden hacer muchas mezclas con todo. Cuando grabé con Lole Montoya «Binti Jamila» hicimos una mezcla de flamenco, oriental, andalusí… un poquito de todo, y encaja perfectamente. Es que vienen de lo mismo.
4.- Ahora diriges tu propia escuela de música y danza. ¿Por qué una escuela de danza?
Como hemos pasado muchos años trabajando con bailarinas pensé en hacer algo donde yo pudiera estar tocando mi música, que estuvieran mis niños, mi mujer haciendo cosas y que los niños estuvieran rodeados de arte. Entonces se me ocurrió hacer una academia de danza, aunque yo no soy bailarín… Me he metido en un jaleo que no veas. Pero luchando y con la ayuda de Dios salimos adelante. Pienso que la cosa natural no se muere, pero la cosa que no se hace bien pasa de moda, pero algo que es profesional no se muere. A un artista le va a gustar un sitio donde hay arte.
Fíjate como en las películas de Farid al Atrash, Mohamed Abdel Wahab… tienen estudiado todo con las bailarinas. Eso es un arte que pasó hace muchos años y no está muerto. Ahora es cuando le están dando fama mucho más fuerte. Entonces era muy poca la gente que se dedicaba a esto, pero ahora hay mucha gente a la que le apasiona la danza oriental.
5.- En el antiguo Al-andalus se decía que la música era la medicina del alma. ¿Para ti la música es algo más que lo que te da de comer?
Por supuesto. La música. Pues mira, la música me ayuda, de vez en cuando. Me ayuda y… disfruto! En mi casa me gusta disfrutar y ensayar todos los días. Para mí es un medicamento, vamos. Si se me pasa el día y no toco el violín un poquito, aunque luego no esté conforme con ese poquito porque me gusta hacerlo mejor… A veces te cuesta sentarte a ensayar, aunque sea quince o veinte minutos por la mañana y quince o veinte minutos por la tarde. Pero si no hago esos veinte minutos… me cabreo, me siento mal.
«Binti Jamila» con Lole Montoya y la orquesta Alkasaba, dirigida por Aziz.
Lee la segunda parte de la entrevista a Aziz, en la que nos habla sobre los estilos musicales en Marruecos.
4 Responses to “Aziz, corazón de violín”
16/03/2017
Diana Abedaziz GarcesYo me llamo Diana Abedaziz vivo en Ecuador pero mi Padre es de Palestina, por eso me encanta esta entrevista
08/11/2010
CarmenImpresionante Lole. Me ha encantado.
06/11/2010
RosaQué bonito su amor por la música… y por lo que hace. Me ha encantado la entrevista.
05/11/2010
YaizaNo sabía que existía ese libro. Es muy interesante lo que cuenta. Y me encanta la canción de Lole!