Por Carolina Domingo.
EL LARGO CAMINO HACIA LA LIBERTAD
“No puedo precisar en qué momento se produjo mi politización, cuándo supe que dedicaría mi vida a la lucha por la liberación… Cuando un niño negro crece, sólo puede aspirar a trabajos reservados a los negros, alquilar una casa en un suburbio para negros, viajar en trenes para negros y ser detenido en cualquier momento del día o de la noche para que entregue su documentación… No experimenté ninguna iluminación, ninguna aparición, en ningún momento se me manifestó la verdad, pero la continua acumulación de pequeñas ofensas, las mil indignidades, despertaron mi ira y mi rebeldía, y el deseo de combatir el sistema que oprimía al pueblo…“
Como es tradición, en cuanto llego a Burgos uno de mis primeros paseos matutinos es dirigirme a la librería “Luz y Vida”, donde siempre me recomiendan lecturas maravillosas. Tenía intención de encargar un libro que me habían recomendado y, como siempre me pasa, compré tres. Al pasar por la estantería me llamó la atención la portada y cuando leí el título no pude resistirme. De hecho, para mí Nelson Mandela, Steve Biko, Ghandi, Martin Luther King y otros muchos son personajes a los que admiro profundamente.
La autobiografía de Nelson Mandela consta de 642 páginas que te mantienen hipnotizada, fascinada,te hace llorar, sonreír, sentir rabia, sentir empatía, te hace reflexionar sobre lo que es verdaderamente importante en la vida y, si antes admiraba a este luchador de la Libertad, la Dignidad, la Igualdad y la defensa de los Derechos Humanos, ahora mucho más leyendo estas páginas en las que además no encuentras ni un ápice de rencor.
“Siempre he sabido que en el fondo del corazón de todos los seres humanos hay misericordia y generosidad. Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su procedencia o su religión. El odio se aprende, y si es posible aprender a odiar, es posible aprender a amar…”
Nelson Mandela empezó a escribir su autobiografía cuando estaba encarcelado en la isla de Robben, donde pasó dieciocho de sus veintisiete años en prisión, condenado a cadena perpetua por alta traición, pero a pesar de haber escondido el manuscrito y separado en tres partes, dos de ellas fueron encontrados por los guardianes de la cárcel, por lo que sólo una parte se salvó. Posteriormente le ayudaron a escribirla.
El libro comienza contándonos su infancia, como poco a poco fue despertando su conciencia política, la ruptura de su primer matrimonio, como sufre cuando se tiene que separar de sus hijos y su segunda esposa Winnie, que también luchó por la igualdad y fue detenida en varias ocasiones; cuando vivió en clandestinidad, los años en la isla de Robben, su puesta en libertad y la instauración de la democracia multirracial.
Mandela nos enseña que más allá de la crueldad humana, el odio, la persecución y la opresión racial triunfa el AMOR, la ESPERANZA (zenani), la LIBERTAD y la DIGNIDAD.
“Ser libre no es simplemente desprenderse de las cadenas, sino vivir de un modo que respete y aumente la libertad de los demás.”
Admirable es ver que, a pesar de estar encarcelado junto con sus compañeros del CNA, de algún modo nunca dejó de ser “libre”. Dentro de la cárcel luchó por tener privilegios y se ganó, siempre con el diálogo, el respeto y la educación a sus guardianes. Y consiguió que los presos pudieran estudiar. Él siguió preparándose la carrera de Derecho, luchando contra la política del apartheid, asesoró a otros presos en sus juicios, aprendió a hablar el idioma de su opresor, leyó a los clásicos y representó a Creonte en Antígona.
“Es Antígona la que simboliza nuestra lucha; era, a su modo, una luchadora por la libertad, ya que desafió a la ley que consideraba injusta.”
Mandela cultivó un huerto y repartía todo entre los presos y los guardianes.
“Veía mi huerto como una metáfora de algunos aspectos de mi vida. Un líder también tiene que atender su jardín. También él planta semillas y después observa, cultiva y cosecha los resultados. Al igual que un jardinero, un líder debe aceptar la responsabilidad por lo que cultiva; debe estar pendiente de su tarea, rechazar a los enemigos, preservar lo que pueda ser preservado y prescindir de aquello que pueda dar fruto.”
Un ser humano lleno de amor, honesto, humilde, sencillo, cercano, grande de espíritu, familiar que consiguió evitar una explosión de violencia racial e incluso una guerra civil.
Mientras leía la autobiografía pensaba que ojalá nuestros políticos actuales aprendieran a gestionar un Estado como lo hizo Nelson Mandela, que antepuso sus intereses personales por el Bien Común, que jamás aceptó un soborno, que hablaba a la población desde el corazón y desde la realidad. Os recomiendo de corazón este el libro, incluso ahora mientras escribo esta pequeña reseña me emociono recordando algunos pasajes.
“Durante aquellos años largos y solitarios, el ansia de obtener la libertad para mi pueblo se convirtió en el ansia de libertad para todos los pueblos, blancos y negros. Sabía mejor que nadie que es tan necesario libertar al opresor como al oprimido. Aquel que arrebata la libertad a otro es prisionero del odio, está encerrado entre los barrotes de los prejucios…”
- El libro de mi destino, de Parinoush Saniee - 15/01/2015
- Las huellas en el desierto, de Maha Akhtar - 22/09/2014
- La prisionera de Roma, de José Luis Corral - 28/08/2014
No Responses to “Nelson Mandela: autobiografía”