Por Larissa Vesci.
«El TAO engendró la unidad.
La unidad dio origen a las dos facetas,
las cuales dieron al ser la tríada
y la tríada produjo los diez mil seres«.
LAO TSE (Tao Te Ching).
Existen dos principios fundamentales de todas las cosas: uno femenino y otro masculino (Yin y Yang). Son opuestos y complementarios conformando una fuerza o entidad superior conciliadora llamada Tao. Para explicar con un ejemplo siempre expongo la situación de una pareja o una amistad de dos: uno es el yin, el otro ser el yang y, luego. la relación en si misma, que ha sido la generadora, también es la reguladora; la que aviva… La pareja de por sí misma no es pareja sin ese tercer ente. Tiene sus propias reglas, códigos… Es el camino, esa comunión de dos. Y esto mismo lo podemos llevar a cualquier terreno, no solo familiar, amoroso, de trabajo… sino también de salud.
El principio YANG tiene unas cualidades fundamentales: es activo, penetrante, luminoso, ligero, caliente, celeste. En tanto que el YIN es oscuro, pasivo, receptivo, absorbente, quieto, pesado, profundo, frío, terrenal, humedo. A nivel de arquetipos nos acordamos de Urano «el cielo» y Gaia «la Tierra» como la pareja generadora de todas las criaturas.
En este sistema nos encontramos con la presencia de 5 elementos que hacen posible la existencia de ese «todo» y que se denominan «Reinos Mutantes«, pues cada elemento en su evolución y realización es capaz de convertirse en otro hasta completar un ciclo; en tanto simultáneamente realiza una labor de control para con otro elemento, a la vez que es igualmente controlado… Cada reino se conforma por dos aspectos, yin y yang. Corporalmente y, de acuerdo a la Medicina Tradicional China (MTC) el Yin se asienta en el órgano y el Yang en la víscera complementaria. En el caso de la mujer, cada elemento goza de protagonismo sobre los demás en su cuerpo y en su alma durante siete años.
El primero es el AGUA.
El agua representa el origen, el nacimiento, la esencia primigenia de la feminidad y, también, la muerte.
El agua representa el origen, el nacimiento, la esencia primigenia de la feminidad y, también, la muerte.
Su sabor es salado y su color es negro o azul muy oscuro, como las aguas profundas del mar, que es su elemento más representativo. Corporalmente rige a los riñones y la vejiga. También a los pies. ¿Queremos saber dónde está el máximo Yin de nuestro cuerpo? En el centro de la planta del pie. Es, asimismo, el reino contentivo de dos emociones básicas: la responsabilidad y el miedo. Cuando se encuentra en desequilibrio se refleja -entre otros- en afecciones renales, del tracto urinario, huesos en general; dientes, espalda (especialmente la región lumbar), glándulas suprarrenales y útero. También en los oídos, que son -a su vez- las puertas de entrada de tal reino.
El tema de la responsabilidad, en desequilibrio, trata de exceso de cargas mundanas. Es decir, no de la responsabilidad propiamente de la misión de vida personal y, por tanto, de compromiso con los ideales y acciones de forma ecológica para con el entorno sino de llevar más peso del necesario o no estar a altura de tal responsabilidad vital en todos los aspectos. Por otra parte, el miedo, que si bien en su justa medida ha sido un componente determinante de la evolución humana, en cuanto deja de ser un estado de alerta o de defensa básica natural y se eleva desproporcionadamente, produce consecuencias.
En relación con las edades, desde la concepción hasta los 7 años; luego entre los 35-42 años y entre los 70-77, el elemento agua es el que gobierna; los desequilibrios corporales a nivel de salud alma-cuerpo y las emociones más destacadas tienen que ver con lo inherente a la responsabilidad (por exceso o por defecto) o el miedo. En tales etapas es conveniente estar vigilantes con las partes del cuerpo indicadas previamente. Seguramente, en medio de esta lectura nos preguntamos si podemos reconocer algunas advertencias acerca de una falta de armonía en este reino antes de observar algún síntoma evidente y la respuesta es «sí». Por ejemplo, la preferencia por el color negro, grises u otros colores oscuros; el excesivo gusto por el sabor salado, sed frecuente, nicturias, entre otros, son señales que nos manda el cuerpo o el alma.
Con respecto a las danzas, cabe destacar que en los estudios o talleres de Danzas Sagradas la primera manifestación espontánea de parte de los participantes es el golpe de los pies contra el suelo. Una de las danzas conocidas en Occidente que nos ayuda a contactar rápidamente con este reino, su equilibrio o desequilibrios es el Flamenco (específicamente el zapateo: los «golpes» o la planta completa). En el Oriente tenemos muchas de las danzas. No obstante, entre las que gozan de más popularidad tenemos a la Danza Kathak, del Noroeste de la India. Dentro del mundo del Ballet Clásico podemos contactarle en algunas rutinas de centro con determinados saltos y caídas en demi plié, por citar algunos ejemplos. Importante para los bailarines: no confundir el elemento «agua» con el de «tierra». El agua genera a la madera, domina al fuego y es controlada por la tierra. Hay una obvia conexión sistémica, pero no es lo mismo… Por cierto, el Reino del Agua nos informa acerca de las energías hereditarias. De acuerdo a ciertas apreciaciones antropológicas de la danza el hombre ancestral golpeaba instintivamente el suelo para contactar a sus antepasados y, en esta concepción, igualmente el trabajo con los pies nos ayuda a conectar con la «raíz» de la herencia.
La danza más representativa del Reino del Agua es la soleá flamenca.
A nivel de catarsis me gusta resaltar la danza «estrella» representativa del Reino del Agua: la soleá flamenca. Soy de las que piensa que antes de «limpiarse» o evolucionar hacia un nuevo estado hay que contactar a consciencia cada elemento. En la soleá se ilustra perfectamente la esencia de este reino. Es un palo o ritmo raíz del flamenco heredero de la «Caña». Es un baile que, en principio, nace para la mujer. Eran las bailaoras quienes interpretaban con exclusividad ese ritmo en los albores del flamenco, que sabemos que es descendiente directo de varios estilos de danzas orientales. Su color representativo es el negro. El sentimiento que la sustenta es el estado más puro de miedo, del abandono, incluso, al punto extremo de falta de fe. De hecho, la palabra soleá es degeneración del término «soledad». Si, aparte del baile e interpretación de la letra, se le suman algunas «llamadas» rítmicas musicales con los pies que indican las diferentes variaciones y etapas de una pieza así como la comunicación entre los protagonistas, se internalizan conscientemente tales llamadas para contactar las energías ancestrales.
Así podemos introducirnos indudablemente en un territorio de terapia y danza sagrada a través de la soleá (en mi faz como docente no puedo dejar de recordar la importancia de una higiene corporal adecuada a a hora de zapatear; más aún tomando en cuenta que si no se toman medidas al respecto, pueden verse afectadas ciertas partes; principalmente los riñones, la región lumbar o cervical). Como valor agregado, tenemos que una de las expresiones que se utilizan en el baile flamenco en vivo para jalear o animar a quien interpreta un baile es «¡¡Agua!!» la cual se destaca expresamente cuando escénicamente se logra manifestar la profundidad emocional de forma genuina.
El Reino del Agua es depositario de la expresión más femenina de la naturaleza.
Antes de terminar el viaje de hoy me gustaría hacer referencia a la famosa creencia popular de que «para el hombre el amor entra por los ojos mientras que para la mujer, por los oídos«. Tomando en cuenta tal paradigma, no deja de tener sentido para la Medicina Tradicional China: recordamos que las puertas del Agua son los oídos… Y el Reino del Agua es depositario de la expresión más femenina de la naturaleza…
No está de más aprender a regalar bellas palabras llenas de sinceridad a una mujer, así como de abrirnos a recibirlas y aceptarlas sin falsa modestia. Creo que, con unas pocas palabras dichas con cariño y responsabilidad, contribuimos a que las aguas de las mujeres se tornen más cristalinas y, si poco a poco, todas se van limpiando, seguro que el planeta sanaría con hombres y mujeres acoplándose en agradable sintonía…
Índice de «Arte y Femineidad»:
Capítulo 1: Ruptura de paradigmas.
Capítulo 2: Preparando la fórmula de «mujer de éxito».
Capítulo 3: A punto de conseguir la fórmula secreta del éxito.
Capítulo 4: Arquetipos femeninos: Deméter y Perséfone.
Capítulo 5: Arquetipos femeninos: Hécate y Hera.
Capítulo 6: Arquetipos femeninos: Atenea y Artemisa.
Capítulo 7: Arquetipos femeninos: Hestia y Afrodita.
Capítulo 8: Es posible ser la mujer exitosa que queremos ser.
Capítulo 9: Los 5 Reinos Mutantes.
Capítulo 10: Los 5 reinos mutantes: Reino del Agua.
Capítulo 11: Los 5 reinos mutantes: Reino de la Madera.
Capítulo 12: Los 5 reinos mutantes: Reino del Fuego.
Capítulo 13: Los 5 reinos mutantes: Reino de la Tierra.
Capítulo 14: Los 5 reinos mutantes: Reino del Metal.
Epílogo: Entre Diosas y Reinas.
6 Responses to “Los 5 reinos mutantes: Reino del Agua”
06/11/2012
HelenHola; Gracias, muy lindo Larrisa; «La risa»,seguíre leyendo los otros reinos. Estoy en los 41, saliendo del ciclo del agua, y en este año he tomado decisiones importantes sobre el futuro, apenas me he dado cuenta de algunos miedos que ya eran parte de mí, y es curioso pero tengo problemas leves en los oidos y en los dientes, son como dolores que no requieren visitar al medico pero estan ahí molestando. Y ahora confirmo que estan en la esfera de las patologias del agua. Interesante.
25/03/2013
Larissa VesciHelen y Gemma, es un honor Vuestra presencia… Continuaremos próximamente, tal y como ha sido anunciado, durante la primavera («cuando los días duran lo mismo que las noches»). Es interesantísimo saber que el mundo femenino está acoplado con los elementos y nos damos cuenta de que somos «uno» con los los mismos, así como sus ciclos dentro de la naturaleza. Aún en medio de redes de complejidad, cabe la posibilidad de la transformación; la sanación. Opino que lo primero que hay que hacer es «ser conscientes», conocernos a nosotras mismas y a los elementos de los que estamos hechas. Ello, sin duda, hace el camino más ligero hacia la evolución y propia reconciliación con el ser. Finalmente, y hablando como danzarina vinculada con bailes de raíces gitano-orientales, esta disposición de autoconocimiento nos permite también escoger asertivamente el tipo de danza que nos ayuda en el proceso. Helen, además de las danzas de agua, las de tierra y metal contribuyen con equilibrio en esa fase que mencionas.
29/07/2012
Larissa VesciPor otra parte, en cuanto a tu referencia del valor para con lo femenino, bien has citado la etapa de al-Andalus; no solamente llena de aportes académicos, en obras civiles, culturales y científicos sino también como un momento histórico pleno de carga inspiracional artística, lírica y musical y arquitectónica, en el que la consideración de la mujer se elevó a las alturas en tales contextos. En mi opinión, ha tenido que ver mucho con el legado bereber, que concede tanta importancia a la mujer y que es, en su composición familiar-tribal, de naturaleza matriarcal siendo ésta sublimada y armonizada sabiamente con la religiosidad básica del Islamismo… Sin razonar mucho o concentrarnos en los elementos simbólico, es evidente la relación indisoluble agua-mujer como dadoras de vida…
29/07/2012
Larissa VesciTeresa, gracias por tu valioso aporte… Ciertamente, cabe recordar la importancia del agua en los inicios de los cimientos de la sociedad organizada del mundo oriental… Desde la decisión de asentamiento por parte de las tribus nómadas de medos y persas en la meseta de lo que hoy conocemos como Irán 4.000 años A/C, la expansión desde Asia hasta el Norte de África y la necesidad del agua como elemento vital de supervivencia (que era el «leit motiv» de los persas, más que el de las conquistas…), la escasa posibilidad de su acceso hacia los mares u océanos, llevaron a los hechiceros (que eran ingenieros a la vez que geólogos) a idear y explorar, con ayuda de cinceles, las formas conseguir agua de las rocas, creando fuentes y vías de canalización de este elemento a las poblaciones: los CANATS (3.000 años A/C)… Tal descubrimiento gozó de tanta importancia que ha perdurado hasta la sociedad oriental más reciente. Es conocido el hecho de que los árabes – quienes han heredado y sofisticado ese sistema – en sus procesos de conquistas, lo primero que hacián era crear la red de canalizaciones de aguas en sus proyectos arquitectónicos… Podríamos decir que junto al fuego (el máximo YANG), el agua ha sido responsable del origen de la civilización, además de ser el de la vida…
27/07/2012
GemmaMe ha gustado mucho lo que dice la autora sobre «con unas pocas palabras dichas con cariño y responsabilidad, contribuimos a que las aguas de las mujeres se tornen más cristalinas». Muy cierto. Cuando pasas por alguna época de revolución interior, en la que tu color favorito empieza a ser el negro, y en la que crees perecer y de repente una luz preciosa te recuerda que eres hermosa y te rescata de ese camino que habías perdido, tus aguas lucen de nuevo cristalinas, bellas y muchísimo más fuertes que antes. Sales del agua con una gran lección aprendida, y con la satisfacción que da el crecimiento personal y el saber que hay mujeres sanadoras repartidas por toda la faz de la tierra. Gracias Larissa Vesci.
27/07/2012
TeresabailadenocheAgua. El agua es un elemento muy presente en ciertas culturas árabes que, a su vez, giran en torno a la mujer, por muy raro que nos suene, pero así es. La cultura árabe es femenina por definición, además de que los árabes son artistas del agua, como demostraban ya en la antigua Al-Andalus con los regadíos, canalizaciones, red de saneamiento en las ciudades, fuentes y jardines, molinos, etc.
Precioso artículo. Gracias.