Por Larissa Vesci.
Inmersa en toda esta complicación de ser mujer, de hacer elecciones shakesperianas en relación al desempeño de un rol determinado como mujer, de tener una apariencia impecable y de ser una «mujer exitosa» (¿en qué?) naturalmente surgieron dudas y, en mi caso como en el caso de muchas mujeres, hasta crisis, autocrítica y manifestaciones de discriminación por parte de otras mujeres cuando no se es como «las otras del grupo».
Ser mujer es el desarrollo, día a día, de un arte per se.
Con esto llego a la conclusión de que no basta con nacer mujer, cumplir funciones biológicas propias del género y «colorín colorado, este cuento se ha acabado» sino que ser mujer es un arte que se convierte día a día en el desarrollo de un arte per se, con sus propias técnicas, estrategias, estilos, complejidad y misterio. Desde que estamos en el vientre materno ya se nos prepara para entrar en un entorno determinado: nacemos y crecemos en un contexto familiar, cultural y social de donde emergen circunstancias o figuras que han de modelar nuestras personalidades y, en consecuencia, posibles elecciones y juicios de acuerdo a escalas de valores previamente establecidas.
Por ejemplo, en un ambiente contentivo de mujeres de éxito empresarial una ama de casa podría ser tomada como una holgazana frustrada; en un cotexto de «Señoras de» una actriz de teatro soltera y viajera podría parecer una mujer frívola, inmadura o veleidosa; por otro lado, en el contexto de de madres-amas de casa, una mujer de carrera brillante a tiempo completo podría ser calificada como una mujer descuidada del hogar… y así podríamos continuar hasta llegar a fórmulas, opiniones subjetivas y, en fin, hasta caer en discusiones bizantinas. Pero como dice el refrán popular: «El que persevera, vence» y… ¡Eureka! Haciendo causa común con todas aquellas mujeres que, a lo largo de su vida, han sido inflexibles consigo mismas por «no ser la mujer perfecta» comparto la buena noticia de que nos hemos encontrado por el camino al psicólogo suizo Carl Jung y su concepción de los «arquetipos femeninos» teniendo como base simbólica a la Mitología Griega, que tiene sus correspondencias análogas en otros «cielos» o cosmogonías de diferentes sociedades del planeta.
Podríamos interpretar los arquetipos femeninos como las diferentes facetas de la femineidad ajustadas a determinados perfiles psicológicos.
Como parte de la aventura de ser mujer y la posibilidad de poder desarrollarnos casi como queremos en el occidente del mundo, una opción para «ser el tipo de mujer exitosa que quiero ser» es el estudio de tales arquetipos femeninos, para lo que Carl Jung tomó como fundamento las motivaciones inconscientes, simbólicas y ancestrales compartidas colectivamente basándose, en parte, en el contenido de la mitología griega. En términos más simples, podríamos interpretar los arquetipos femeninos como las diferentes facetas básicas de la femineidad ajustadas a determinados perfiles psicológicos. Así pues, en esta ocasión podemos conocer a los siete arquetipos desarrollados dentro del universo de la femineidad y uno más, Hécate, que es uno de los aspectos fundamentales del ciclo básico «mujer» (Deméter-Perséfone-Hécate). Cuando Hécate adquiere una gran presencia es capaz de convertirse en un arquetipo en si mismo.
Fin del capítulo 3 de Arte y Femineidad: la danza de la Diosa.
Índice de «Arte y Femineidad»:
Capítulo 1: Ruptura de paradigmas.
Capítulo 2: Preparando la fórmula de «mujer de éxito».
Capítulo 3: A punto de conseguir la fórmula secreta del éxito.
Capítulo 4: Arquetipos femeninos: Deméter y Perséfone.
Capítulo 5: Arquetipos femeninos: Hécate y Hera.
Capítulo 6: Arquetipos femeninos: Atenea y Artemisa.
Capítulo 7: Arquetipos femeninos: Hestia y Afrodita.
Capítulo 8: Es posible ser la mujer exitosa que queremos ser.
Capítulo 9: Los 5 Reinos Mutantes.
Capítulo 10: Los 5 reinos mutantes: Reino del Agua.
Capítulo 11: Los 5 reinos mutantes: Reino de la Madera.
Capítulo 12: Los 5 reinos mutantes: Reino del Fuego.
Capítulo 13: Los 5 reinos mutantes: Reino de la Tierra.
Capítulo 14: Los 5 reinos mutantes: Reino del Metal.
Epílogo: Entre Diosas y Reinas.
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